El cambio, un cambio histórico, se abrió paso decididamente este domingo en Grecia con la victoria del partido izquierdista Syriza con el 36,3% de los votos y 149 escaños, rozando la mayoría absoluta, sobre la conservadora Nueva Democracia del primer ministro en funciones Andonis Samarás, que se quedó en el 27,8% de apoyos (76 diputados), con el 99,8% de las papeletas escrutadas. El tercer puesto corresponde al partido neonazi Aurora Dorada, con un porcentaje cercano al de 2012 (el 6,3%, 17 electos). Un escenario inquietante, ya que, si Syriza no logra arañar los 151 escaños que le darían la mayoría absoluta, aunque precaria, y los dos primeros partidos no consiguen formar Gobierno, el mandato recaería en los neonazis, una formación abiertamente antisistema y con su cúpula directiva en la cárcel por asociación criminal.
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