Por sorpresa, apenas cuatro días después de salir reelegido en Zúrich, el hombre, casi anciano (79 años), salpicado por un buen puñado de escándalos de corrupción y, no conviene olvidarlo, asediado también por los principales líderes del mundo occidental, dijo basta. Joseph Blatter deja la FIFA. Renuncia al cargo y en las próximas elecciones, nunca antes del mes de diciembre, su nombre no estará en la lista de candidatos.
Eran las 18.48 horas. La FIFA había anunciado una rueda de prensa, así en general, para las 18.00, pero su presidente no compareció hasta tres cuarto de hora más tarde. Tres minutos de palabrería y, en francés, el idioma en el que se siente más cómodo, anunció: "La FIFA necesita una profunda revisión. Aunque tengo el respaldo de sus miembros [ganó las elecciones del pasado viernes porque se retiró su rival], siento que no tengo el respaldo de todo el mundo del fútbol. Por todo ello, he decidido dimitir de mi cargo en un congreso extraordinario donde también se elegirá a un nuevo presidente".
No hay comentarios:
Publicar un comentario